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Posada Carriles and US Good Faith by Javier Rodriguez Havana, May 24 (Prensa Latina) The US government made a surprising announcement on Thursday: it is acting in good faith in the case of terrorist Luis Posada Carriles. That definition of Washington"s actions, which will not ease the already visible indignation of the Cuban people and the protests taking place all over the world, was given by Tom Shannon, the US top diplomat for Latin America. "We are acting in good faith, recognizing our laws and obligations under international laws," Shannon said in Washington. That statement contradicts the events involving Posada Carriles, which concluded when he was released, although he had repeatedly told reporters about his participation in many terrorist actions. The United States is faced with Venezuela"s extradition request for Posada Carriles, who escaped from a Caracas prison, where he was doing time for organizing and greenlighting the sabotage of a Cuban civilian airplane in 1976, killing all 73 people on board, in addition to being a repressor in that South American country. In addition, the terrorists he hired to carry out sabotages in Cuban tourist facilities, in one of which an Italian vacationer was killed, confessed their crimes and accused Posada Carriles of organizing those actions. The Nicaraguan government and Salvadorian organizations have presented evidence of Posada Carriles" participation in the Iran-Contras operation to arm Central American counterrevolutionaries, and a Panamanian court sentenced him for plotting to assassinate Cuban President Fidel Castro. On many occasions, Posada Carriles entered US territory illegally as part of his violent operations, as US prosecutors admitted. However, all those crimes seemed to vanish when the defendant threatened to reveal the secrets he keeps from the time he was a CIA operative. Considering all this, it is hard for Cubans and international public opinion to believe in the White House"s alleged good faith, as claimed by Mr. Shannon. |
por Javier Rodriguez La Habana, 24 may (PL) El gobierno de Estados Unidos acaba de hacer hoy un anuncio sorprendente para muchos: está actuando de buena fe en el caso del terrorista Luis Posada Carriles. Esta definición del accionar oficial norteamericano, que no disminuirá la ya visible indignación de los cubanos y las protestas provenientes de distintos lugares del mundo, estuvo a cargo de Tom Shannon, jefe de la diplomacia estadounidense para América Latina. Nosotros estamos actuando de buena fe, reconociendo nuestras leyes y nuestras obligaciones bajo las leyes internacionales, afirmó textualmente Shannon desde Washington. Tales pronunciamientos chocan con los acontecimientos que rodearon el proceso seguido a Posada que concluyó con la liberación total de quien reconoció varias veces a la prensa su participación en numerosos atentados terroristas. Estados Unidos tiene ante sí el pedido venezolano de extradición de Posada, prófugo de una cárcel caraqueña después de organizar y dar la orden para volar un avión cubano en pleno vuelo, en 1976, con el saldo de 73 personas muertas, además de ejercer como represor en esa nación. Igualmente, conoce la confesión de los elementos contratados por el mismo individuo para la colocación de artefactos dinamiteros en centros turísticos de la Isla, los cuales ocasionaron la muerte de un visitante italiano. El gobierno nicaragüense y organizaciones salvadoreñas enarbolaron pruebas de su participación en la maniobra Irán-Contras para armar a los contrarrevolucionarios centroamericanos y un tribunal panameño le condenó por intentar asesinar al presidente cubano, Fidel Castro. En numerosas ocasiones, Posada entró ilegalmente a Estados Unidos como parte de sus movimientos relacionados con las actividades violentas que desarrollaba, como reconoció la propia fiscalía norteamericana. Sin embargo, toda esa gran cantidad de delitos pareció esfumarse apenas el acusado amenazó con revelar los secretos que guarda como agente de la CIA y la responsabilidad de esa agencia en sus trajines terroristas. Al tener en cuenta todo eso, parece muy difícil que los cubanos y la opinión pública internacional puedan avalar la supuesta buena fe de la Casa Blanca enarbolada en las declaraciones de Shannon. |
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