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"Toñin" Llama Confirms It... The attacks in Havana were by Jean-Guy Allard Jose Antonio "Toñin" Llama, the Cuban-American National Foundation leader who made headlines months ago when he revealed how he was cheated after investing millions in an anti-Cuba terrorist conspiracy, has just confirmed to The Miami Herald that he participated in meetings of Miami groups where plans were made for the bombing attacks that occurred in Havana throughout 1997. The business owner, who was a member of the directors board of the Cuban-American National Foundation (CANF), tells how that mafioso organization, created by the CIA, had formed, for a time, a "military group" that dedicated itself to planning terrorist acts. Llama explains that in the 1990s, he was present in meetings "where a bomb attack against a Havana hotel was planned." He credited the idea to the now-deceased New Jersey businessman Arnaldo Monzón Plasencia, a leader of the northern section of the CANF based in that city. "He had a plan, the bombs in the hotel in Cuba," Llama told the Miami newspaper. When contacted, the CANF responded with a press release denying the accusation and affirming that it "has always advocated a peaceful transition" in Cuba, an affirmation refuted by a long series of events. Last August, Llama publicly stated that the CANF acquired a cargo helicopter, 10 ultra-light airplanes with remote control, seven boats and plentiful explosive materials with the explicit goal of carrying out terrorist actions against Cuba. Those plans did not go ahead because of the unforeseen capture, by the U.S. Coast Guard in 1997, of the yacht La Esperanza, something that Llama himself was accused of and then exonerated, thanks to the FBI of Héctor Pesquera, the same official whose son destroyed, in August 2003, Luis Posada Carriles' file. Llama affirms that he contributed $1,471,840.35 of his own money "to finance the project" of the terrorists that was hatched during the annual congress of the CANF in Naples, Florida in June 1992. He believes that the enormous amount of money was swindled from him by various Foundation leaders. On April 12, 1997, the first bomb exploded in a campaign of terror that Luis Posada Carriles, then based in Central America, unleashed at that time in Havana. A decade later, this series of crimes remains unpunished and its perpetrator is in Miami, in the midst of a legal process aimed at preventing him from being accused of terrorism. According to The Miami Herald, a New Jersey grand jury has particularly studied the participation of several individuals from the Cuban-American terrorist fauna in the conspiracy that led to a series of attacks using C-4 explosives in Havana. Italian Fabio di Celmo was victim of one of these bombs, which also injured several others, as well as causing considerable material damage. In New Jersey, two former local leaders of the CANF, Abel Hernández, a resident of Cliffside Park, and Oscar Rojas, who was an accountant for 20 years for Monzón Plasencia, have been interrogated by the grand jury, along with two more of Posada's accomplices, likewise associated with the CANF: Angel Alfonso Alemán, a former Monzón employee, implicated in the 1997 assassination plot against President Fidel Castro, thwarted by the capture of the yacht La Esperanza, and José Alemán, his son. Angel Alfonso Alemán is a known collaborator of Cuban-American Congressman Albio Sires, a former mafioso mayor of West New York. According to experts on the subject, the members of this group designed to organize terrorist actions included, along with the now-deceased chairman Jorge Mas Canosa, several well-known individuals, all of them accomplice to Posada's crimes, most of them based a few kilometers from the FBI's offices in Miami. They include, among others, Luis Zuñiga Rey, now a director of the Cuban Liberty Council (along with being a member of the executive board of Radio y TV Marti, according to the Chicago Tribune); Roberto Martín Pérez, coordinator of the group, henchman and son of a henchman under the Batista dictatorship; documented terrorist and wife of radio/television announcer Ninoska Pérez Castellón; José Antonio Llama himself; Juan Bautista Márquez, a former CIA ship's captain, now in prison for drug trafficking; Gaspar "Gasparito" Jiménez, Pedro Remón and Guillermo Novo Sampoll, all of them freely walking the streets of Miami after their shameful release from prison in Panama; Félix Ismael "El Gato" Rodríguez Mendigutía, the man who murdered Che Guevara on orders of the CIA; the doctor Alberto Hernández and José Francisco `Pepe' Hernández; Feliciano Foyo, now a capo of the CLC; his buddy Horacio García... and quite a few more. This most recent confession and the investigation of the grand jury itself confirm that the terrible conspiracy that took the life of Fabio di Celmo was not hatched in some remote location in Central America; it was planned right inside the United States, which places Luis Posada Carriles even closer to the U.S. justice system. The Bush administration continues to refuse to charge Posada Carriles with terrorism; he is now back in his house in Miami, where he meets with his accomplices, while at the same time, five Cubans who had managed to infiltrate his terrorist network remain in prison.
| "Toñin" Llama Lo Confirma... Los atentados de La Habana fueron urdidos en Miami por Jean-Guy Allard José Antonio "Toñin" Llama, el directivo de la FNCA que hizo los titulares hace meses al revelar cómo fue estafado al invertir millones en una conspiración terrorista contra Cuba, acaba de confirmar al The Miami Herald que participó en reuniones del grupo miamense donde se planificaron los atentados con explosivos ocurridos en La Habana a lo largo de 1997. El negociante, quien fue miembro de la junta directiva de la Fundación Nacional Cubano Americana (FNCA) cuenta cómo esa organización mafiosa, creada por la CIA, había conformado, por aquel tiempo, un "grupo bélico" que se dedicaba a planificar actos terroristas. Llama explica que en los años 90 estuvo presente en reuniones "donde fue discutido un atentado con bomba contra un hotel habanero". Atribuye la paternidad de la idea al hoy fallecido negociante de New Jersey Arnaldo Monzón Plasencia, un directivo de la sección norte de la FNCA radicado en esa ciudad. "El tenía un plan, las bombas en el hotel en Cuba", afirmó Llama al diario de Miami. Contactada, la FNCA contestó con un comunicado denegando la acusación y afirmando que "siempre ha predicado una transición pacífica" en Cuba, una afirmación desmentida por una larga sucesión de hechos. En agosto último, Llama declaró públicamente que la FNCA adquirió un helicóptero de carga, 10 aviones ultralivianos con control remoto, siete embarcaciones y abundante material explosivo con el objetivo explícito de realizar acciones terroristas contra Cuba. Aquellos planes no pudieron desarrollarse a causa de la imprevista captura, por la Guardia costera norteamericana, en 1997, del yate La Esperanza, hecho por el cual el propio Llama fue acusado y luego exonerado, gracias al FBI de Héctor Pesquera, el mismo oficial cuyo hijo destruyó, en agosto del 2003, el expediente de Luis Posada Carriles. Llama asegura que aportó 1 471 840,35 dólares de sus propios fondos "para financiar el proyecto" terrorista que se fraguó durante el congreso anual de la FNCA celebrado en Naples, Florida, en junio de 1992. Considera que la enorme cantidad de dinero le fue estafada por varios directores de la Fundación. El 12 de abril de 1997, explotaba la primera bomba de la campaña de terror que desencadenó entonces en La Habana Luis Posada Carriles, desde América Central. Una década después, esta serie de crímenes permanece impune y su protagonista está en Miami, en medio de procedimientos que buscan evitarle una inculpación por terrorismo. Según The Miami Herald, un Gran Jurado de New Jersey ha estudiado en particular la participación de varios personajes de la fauna terrorista cubanoamericana en la conspiración que provocó en La Habana una serie de atentados realizados con explosivo C-4. El joven italiano Fabio di Celmo fue víctima de uno de estos artefactos que causaron también heridas a varias personas, además de cuantiosos daños materiales. En New Jersey, dos ex directores locales de la FNCA, Abel Hernández, residente de Cliffside Park, y Oscar Rojas, quien fue contador durante 20 años de Monzón Plasencia, han sido interrogados por el Gran Jurado, además de otros dos cómplices de Posada, igualmente vinculados a la FNCA: Angel Alfonso Alemán, ex empleado de Monzón, implicado en 1997 en el intento de asesinato del presidente Fidel Castro que abortó con la imprevista captura del yate La Esperanza, y José Alemán, su hijo. Angel Alfonso Alemán es un conocido colaborador del congresista cubanoamericano Albio Sires, ex alcalde mafioso de West New York. Según expertos del tema, entre los miembros de este grupo diseñado para organizar acciones terroristas, se encontraban —además del fallecido chairman Jorge Mas Canosa— varios personajes bien conocidos, todos cómplices de los crímenes de Posada, quienes radican en mayoría a unos pocos kilómetros de las oficinas del FBI de Miami. Se trata, entre otros, de Luis Zuñiga Rey, hoy directivo del Cuban Liberty Council (además de seguir siendo miembro de la junta directiva de Radio y TV Marti, según el Chicago Tribune); Roberto Martín Pérez, coordinador del grupo, esbirro e hijo de esbirro batistiano, terrorista fichado, esposo de la locutora Ninoska Pérez Castellón; el propio José Antonio Llama; Juan Bautista Márquez, ex capitán de buque de la CIA, hoy encarcelado por tráfico de droga; Gaspar "Gasparito" Jiménez, Pedro Remón y Guillermo Novo Sampoll, libres en Miami después de su desvergonzada liberación de las cárceles panameñas; Félix Ismael "El Gato" Rodríguez Mendigutía, asesino del Che por encargo de la CIA; el médico Alberto Hernández y José Francisco `Pepe' Hernández; Feliciano Foyo, hoy capo del CLC, su socio Horacio García… y unos cuantos más. Esta nueva confesión y la propia investigación del Gran Jurado confirman que la fatídica conspiración que le costó la vida a Fabio di Celmo no fue urdida en algún lugar remoto de América Central sino en los propios Estados Unidos, lo que pone aún más a Luis Posada Carriles al alcance de la Justicia norteamericana. La Administración Bush sigue negándose a acusar de terrorismo a Posada Carriles, hoy de regreso en su domicilio de Miami, donde se reúne con sus cómplices, mientras mantiene encarcelados a cinco cubanos que habían logrado infiltar a sur red terrorista.
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