|
Posada trying to take his case to the Supreme Court by Jean-Guy Allard IN a new delaying tactic to avoid his extradition to Venezuela or Panama, the emigration trial of Luis Posada Carriles is to be taken before the Supreme Court, affirms Arturo V. Hernández, the mafia lawyer of the international terrorist, according to an article on this controversial case in The New York Times. Hernández told The New York Times that "he had no knowledge" of any charge against his client in relation to the Grand Jury investigation into his responsibility for the campaign of terror in Havana in 1997. However, he revealed that is to bring before the highest court in the country the case for which Posada is soon to reappear in the El Paso court. Three days after the Panamanian government confirmed last October that it was to apply for the extradition of Luis Posada Carriles, the New Orleans Appeals Court ordered that the terrorist be retried for immigration fraud in El Paso, Texas. The New York Times article, headline "Venezuela to will push U.S. to hand over man tied to plane bombing," written by Simon Romero and Damien Cave, makes reference to Laura Sweeney, a spokeswoman from the Justice Department who, when contacted in Washington, flatly refused to comment on the case. In its October ruling, the New Orleans Appeals Court abstained from ordering the detention of the terrorist who is still roaming free in Miami, where he has participated, with impunity, in public activities, some of them organized by sympathizers of terror or terrorist groups and tolerated by the FBI and the Federal District Attorney’s Office. Since his arrest in Florida, the Venezuelan government, which holds him responsible for the sabotage of a Cuban passenger plane n 1976, has insistently called for Posada’s extradition – confirmed once again by lawyer José Pertierra, in charge of the dossier, who stated that a new application is to be made. The Venezuelan demand is joined by one from Panama, whose Supreme Court in 2004 found the release of the terrorist and three other notorious Cuban-American terrorists by former President Mireya Moscoso illegal and unconstitutional. Since Posada’s arrest in 2005, the federal district attorney’s anti-terrorist office, headed by former Justice Secretary Alberto Gonzales, has utilized all kinds of procedural delays in order to prevent the extradition of the old CIA collaborator. However, the cited New York Times article reports a statement by Joaquim Chaffardet, former chief of the Venezuelan political police (DISIP) and an associate of Posada in a detective agency set up by the CIA in Caracas, revealing that the latter left the country to take refuge in the United States, presumably under the protection of the U.S. government. A statement by Chaffardet in favor of Posada was used in 2006 to justify an immigration judge’s order to prohibit the extradition to Venezuela, on the pretext that he could be tortured. Paradoxically, Chaffardet actively participated in torture sessions in the basements of the DISIP in Caracas, alongside Posada who, at that time handled a death squad under the alias of Captain Basilio. Other sources assure that Chaffardet, a pro-coup Venezuelan lawyer, is in the United States as a tourist. The former DISIP chief in the 1970s, when the CIA was directing counterinsurgency operations in Venezuela through its agents, is another of the many Venezuelan criminals claimed by the Venezuelan justice system who are living in the United States and enjoying the protection of U.S. intelligence, such as Carlos Fernández (former President of Fedecámaras and a coup member), journalist Patricia Poleo and other individuals linked to the assassination of prosecution lawyer Danilo Anderson, and Carlos Andrés Pérez, a fugitive since the 1990s. |
Posada ahora pretende llevar su caso ante la Corte Suprema por Jean-Guy Allard En una nueva maniobra dilatoria para evitar una extradición a Venezuela o Panamá, la causa migratoria de Luis Posada Carriles será presentada ante la Corte Suprema, afirma Arturo V. Hernández, el abogado mafioso del terrorista internacional, según un artículo publicado por The New York Times sobre el controvertido caso. Hernández aseguró al diario neoyorquino que "no tenía conocimiento" de una inculpación de su cliente en relación con la investigación de un Gran Jurado sobre su responsabilidad en la campaña de terrorismo que se desencadenó en La Habana, en 1997. Sin embargo, reveló que llevaría ante el más alto tribunal del país el caso por el cual Posada debe comparecer de nuevo próximamente en El Paso. Tres días después de que el Gobierno de Panamá asegurara, en octubre pasado, que pronto reclamaría la extradición de Luis Posada Carriles, la corte de Apelación de Nueva Orleáns ordenó que el terrorista sea de nuevo enjuiciado en El Paso, Texas, bajo cargos de fraude migratorio. El artículo del New York Times, titulado "Venezuela presionará a EE.UU. para que extradite un individuo vinculado a la destrucción de un avión" (Venezuela Will Push U.S. to Hand Over Man Tied to Plane Bombing), y firmado por Simon Romero y Damien Cave, hace referencia a una portavoz del Departamento de Justicia, Laura Sweeney quien, contactada en Washington, se negó rotundamente a comentar el caso. En su fallo de octubre, la Corte de Apelación de Nueva Orleáns se abstuvo de ordenar la detención del terrorista que sigue en libertad en Miami, donde ha participado impunemente en actividades públicas, varias de ellas convocadas por grupos terroristas o simpatizantes del terror tolerados por el FBI y la Fiscalía federal. Desde su arresto en Florida, el Gobierno de Venezuela, que lo responsabiliza por el derribo de un avión cubano con 73 pasajeros en 1976, reclama con insistencia la extradición de Posada —lo que confirmó de nuevo en los últimos días con el anuncio, por el abogado José Pertierra, encargado del dossier, de la presentación de una nueva solicitud. A la reivindicación de Venezuela se añade ahora la de Panamá, cuyo Tribunal Supremo declaró ilegal y anticonstitucional la liberación, en el 2004, del terrorista y de otros tres connotados terroristas cubanoamericanos por la ex presidenta Mireya Moscoso. Desde el arresto de Posada en el 2005, los fiscales antiterroristas federales, bajo orientación del ex Secretario de Justicia Alberto Gonzales, multiplicaron los procedimientos de dilación para evitar la extradición del viejo colaborador de la CIA. Por otra parte, el citado artículo del New York Times reporta una declaración de Joaquim Chaffardet — el ex Jefe de la policía política venezolana asociado a Posada en una agencia de detectives creada por la CIA en Caracas— , que revela haber abandonado el territorio venezolano para refugiarse en Estados Unidos, presuntamente bajo protección del gobierno norteamericano. Un testimonio de Chaffardet a favor de Posada fue utilizado en el 2006 para justificar una orden de un juez de inmigración a fin de prohibir la extradición de Posada a Venezuela, bajo pretexto de que "pudiera ser torturado" . Chaffardet, paradójicamente, ha participado activamente en sesiones de torturas en los sótanos de la DISIP en Caracas, al lado de Posada, quien manejaba entonces un escuadrón de la muerte bajo el nombre de Comisario Basilio. Otras fuentes aseguran que Chaffardet, abogado venezolano golpista, está en EE.UU. como turista. El ex patrón de la DISIP en los años 70, cuando la propia CIA dirigía a través de sus agentes las operaciones de contrainsurgencia en Venezuela, se suma a muchos otros delincuentes venezolanos reclamados por la justicia de ese país, que radican en EE.UU. bajo protección de la inteligencia estadounidense, tales como Carlos Fernández (ex presidente de Fedecámaras, golpista), la periodista Patricia Poleo y otros individuos vinculados al asesinato del fiscal Danilo Anderson, así como Carlos Andrés Pérez, fugitivo desde los años 90. |
|