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NATIONAL COMMITTEE TO FREE THE CUBAN FIVE
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Bush awards license to notorious terrorist by Jean-Guy Allard THE Miami press has announced that the U.S. government has awarded a license to Cuban-American Ramón Saúl Sánchez Rizo, a member of the Miami mafia with a very long criminal career, "to send aid directly" to Cuba following Hurricanes Gustav and Ike. The decision has been taken while the White House is distorting the news with hypothetical offers of official aid to the island, which it is attempting to impose through its Agency for International Development (USAID). That same state organization, linked to the CIA, annually spends tens of thousands of dollars from its Cuba program involving espionage and subversive activities. Fifty-four year old Sánchez Rizo is without doubt one of the enigmatic brutes of the Miami fauna and his terrorist trail can be traced back to the 1970s. FROM ALPHA 66 TO OMEGA 7 From 1970 and 1982, he was a member of no less than seven terrorist groups in which he was a leading light without once in those 12 years ever facing the slightest problem with the FBI. From 1970 onward, "Ramoncito" Sánchez successively appeared in the so-called Cuban Liberation Front, the Abdala organization (where Frank "USAID" Calzón was also lurking) and in Alpha 66. He then transformed himself into chief of the Jóvenes de la Estrella terrorist group, prior to becoming second-in-command after Orlando Bosch in the Coordinadora de Organizaciones Revolucionarias Unidas (CORU), which ordered the mid-flight explosion of a Cubana Aviación airliner, the most horrifying crime committed by Miami’s ultra-right with the consent of the CIA. On May 10, 1970, he was involved in an Alpha 66 pirate attack on the Plataforma I and Plataforma IV fishing boats, belonging to the Capitán Miguel Ángel Rojas collective in Caibarién in what is now the province of Villa Clara. After destroying the Cuban boats, Sánchez and his accomplices held the 11 fishermen hostage for one week on an islet in the Bahamas, subsequently abandoning them to their fate, two of them with serious injuries. In that same period, Sánchez Rizo was involved in the kidnapping of individuals in Florida, New York, Caracas, and Mexico. HE PLANTED THE BOMB, AROCENA CONFESSED Omega 7 chief Eduardo Arocena – who briefly converted to become an FBI informant – confirmed how it was Sánchez Rizo who, along with his accomplices, planted a bomb beneath the car of Raúl Roa, Cuban ambassador to the UN in a failed assassination attempt on March 25, 1980. After breaking off his ties with the FBI and disappearing for 11 months, Arocena was not arrested again until July 22, 1983 in Miami. Meanwhile, Sánchez was arrested in New York where, on June 14, 1983, he was handed down a nine-year sentence for his criminal silence. A sentence that an appeal judge complacently reduced to four years. He was back on the streets in November 1986. In a miracle of mutation that can only happen in Miami and with the complicity of the CIA in the country that claims to be combating terrorism, in 1995 Sánchez transformed himself into a human rights activist after founding the Movimiento Democracia, of which he was appointed lifetime secretary. In this position, he promoted fundraising activities to support Luis Posada Carriles and his accomplices, imprisoned in Panama for organizing an assassination attempt on the Cuban leader Fidel Castro, which could have resulted in the destruction of a university auditorium packed full of students. His group was later responsible for a whole series of provocative activities, when it sent out fleets of vessels to violate Cuban territorial waters, with the evident objective of producing a military confrontation between the United States and Cuba. Currently, "Ramoncito" is seeking to play a starring role by offering himself as a benefactor of the same people against whom he perpetrated criminal attacks. Bush has acknowledged his "merits" and for that reason has awarded a license to this notorious terrorist. |
Bush otorga licencia a connotado terrorista por Jean-Guy Allard La prensa de Miami anunció que el gobierno de Estados Unidos otorgó una licencia al cubanoamericano Ramón Saúl Sánchez Rizo, uno de los personeros de la mafia miamense de mayor trayectoria terrorista, "para que envíe ayuda de manera directa"a Cuba, después de los huracanes Gustav y Ike. Ahora "Ramoncito" vuelve a buscar protagonismo, al presentarse como benefactor del mismo pueblo contra el que participó en atentados y ataques criminales. La decisión ocurre cuando la Casa Blanca tergiversa con hipotéticas ofertas de ayuda oficial a la Isla, que pretende imponer a través de su Agencia para el Desarrollo Internacional (USAID). Esta misma organización estatal, vinculada a la CIA, se gasta anualmente decenas de millones con su Programa Cuba, en actividades de espionaje y subversión. Sánchez Rizo, de 54 años de edad, es sin duda uno de los crápulas más enigmáticos de la fauna miamense, cuya pista terrorista se puede seguir desde los años setenta. DESDE ALPHA 66 HASTA OMEGA 7 Entre los años 1970 y 1982 participó en no menos de siete grupos terroristas en los cuales ocupó puestos de primera línea, sin que en esos 12 años afrontara el menor problema con el FBI. "Ramoncito" Sánchez apareció sucesivamente, a partir de 1970, en el llamado Frente de Liberación Cubano, en la organización Abdala —donde andaba entonces Frank "USAID" Calzón— y en Alpha 66. Se transforma luego en jefe del grupo terrorista Jóvenes de la Estrella, antes de convertirse en segundo de Orlando Bosch en la Coordinadora de Organizaciones Revolucionarias Unidas (CORU), que ordena la destrucción en pleno vuelo de un avión de Cubana de Aviación, el crimen más horrible cometido por la ultraderecha de Miami con el consentimiento de la CIA. El 10 de mayo de 1970, participó en un ataque pirata de Alpha 66 contra las embarcaciones pesqueras Plataforma I y Plataforma IV, de la cooperativa Capitán Miguel Ángel Rojas, de Caibarién, en la actual provincia de Villa Clara. Después de destruir los barcos cubanos, Sánchez y sus cómplices secuestraron a los 11 pescadores en un islote de las Bahamas durante una semana y, posteriormente, los abandonaron a su suerte, dos de ellos gravemente heridos. En ese mismo periodo, Sánchez Rizo se involucró en secuestros de personalidades de Florida, Nueva York, Caracas y México. EL FUE QUIEN PUSO LA BOMBA, CONFESÓ AROCENA El jefe de Omega 7, Eduardo Arocena, convertido brevemente en informante del FBI, confirmó cómo Sánchez Rizo fue quien puso, con unos cómplices, la bomba bajo el carro del embajador cubano Raúl Roa, en el fracasado intento de asesinato del 25 de marzo de 1980. Después de romper con el FBI y de desaparecer durante 11 meses, Arocena no fue arrestado de nuevo hasta del 22 de julio de 1983, en Miami. Entretanto, Sánchez fue arrestado en Nueva York, donde recibió, el 14 junio de 1984, una sentencia a nueve años de cárcel por su criminal silencio. Una sentencia que un juez de apelación complaciente le reducirá a cuatro años. Regresa a las calles en noviembre de 1986. En un fenómeno de mutación que solo puede producirse en Miami, con la complicidad de la CIA en el país que tanto pretende combatir al terrorismo, Sánchez se convirtió en 1995 en activista de los derechos humanos, tras fundar el Movimiento Democracia, del cual se nombró secretario perpetuo. En esa posición promovió la recaudación de fondos a favor de Luis Posada Carriles y sus compinches, condenados en Panamá por preparar un atentado contra el líder cubano Fidel Castro, que hubiera provocado la destrucción de un anfiteatro universitario lleno de estudiantes. Su grupo fue luego responsable de toda una serie de actividades de provocación, al conformar flotillas que violaron las aguas territoriales cubanas, con el propósito evidente de que se produjera una confrontación militar entre EE.UU. y Cuba. Ahora vuelve a buscar protagonismo, al presentarse como benefactor del mismo pueblo contra el que participó en atentados y ataques criminales. Bush le reconoció sus "méritos" y por ello le otorgó licencia a este connotado terrorista.
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