Apr. 6, 2007
Reprinted from Granma Internacional

The Miami mafia’s blackmail worked: Judge Kathleen Cardone, in El Paso, Texas, has authorized the release on bail of Luis Posada Carriles, the most dangerous terrorist on the continent, while the George W. Bush government continues to refuse to bring terrorism charges against this old CIA agent and FBI informant.

However, the ruling does not necessarily mean that Posada is going to leave prison immediately, the AFP reported. Immigration authorities have the octogenarian under a deportation order and could demand, in new court proceedings, his continued detention.

Michael Keegan, a spokesman for that agency in Washington, told the AFP that "we are disappointed with the decision." He said it should be noted that an immigration detention is pending against Posada, which means that he will remain under federal custody, although he would be transferred from the custody of federal marshals to that of Immigration and Customs Enforcement.

The ICE, in a letter addressed to Posada himself some months ago, stated that he posed a threat to U.S. national security.

On Thursday, an inexplicable "mistake" occurred in the public registry of legal cases, causing an order by the judge to be announced denying the motion. It is not known to what extent this suspicious communication was actually the result of a purely bureaucratic error, as it was claimed.

Luis Posada Carriles was recruited as an agent for the CIA (U.S. Central Intelligence Agency) when the father of the current U.S. president was participating in the organization of the failed Bay of Pigs invasion. Over the next four decades, Posada worked for that organization as a torturer and assassin for the Venezuelan secret police, DISIP, under the name of Comisario Basilio, and as the right hand man of Félix "El Gato" Rodríguez Mendigutía, trafficking cocaine and weapons in El Salvador.

Posada Carriles, together with Orlando Bosch, ordered the 1976 mid-flight destruction of a Cubana Airlines passenger plane, killing 73 people.

Bernardo Alvarez, the Venezuelan ambassador in the United States, replying today to a U.S. government document rudely attacking his country, invited Washington to hand over Posada "if it is really concerned about the human rights situation and wants closer ties with Latin America," PL reported.

6 de abril de 2007
Reimprimado de Granma Internacional

El chantaje de la mafia miamense da resultado: la jueza Kathleen Cardone, de El Paso, Texas, ha autorizado la liberación bajo fianza de Luis Posada Carriles, el terrorista más peligroso del continente, mientras el Gobierno de George W. Bush sigue negándose a acusar de terrorismo a este viejo agente de la CIA e informante del FBI.

Sin embargo, la decisión no significa necesariamente que Posada vaya a salir de inmediato de la cárcel, afirma la AFP. Las autoridades migratorias tienen al octogenario bajo una orden de deportación y podrían reclamar, en nuevos procedimientos ante los tribunales, que se mantenga detenido.

"Estamos decepcionados con la decisión. Recordamos que hay una orden de detención migratoria pendiente contra el señor Posada. Esta orden significa que el señor Posada quedará bajo custodia federal, aunque será transferido de la custodia de los Alguaciles federales a la de ICE", dijo a la AFP el portavoz de la agencia en Washington, Michael Keegan.

El ICE, en una carta al propio Posada hace varios meses, valoró que éste constituye un peligro para la seguridad nacional de Estados Unidos.

El jueves, una inexplicable "equivocación" ocurrida en el registro público de los casos judiciales provocó que se anunciara una orden de la jueza en que se denegaba la moción. No se sabe en qué medida esta sospechosa comunicación sea realmente el resultado de un error puramente burocrático, como se dijo.

Luis Posada Carriles fue reclutado como agente de la Central de Inteligencia de los Estados Unidos (CIA) cuando el padre del actual presidente participaba en la organización de la fracasada invasión de Playa Girón. Durante las cuatro décadas siguientes, Posada trabajó para esa organización como torturador y asesino de la DISIP venezolana bajo el nombre de Comisario Basilio, y como brazo derecho de Félix "El Gato" Rodríguez Mendigutía, traficando cocaína y armas en El Salvador.

Posada Carriles ordenó la destrucción en pleno vuelo de una aeronave de Cubana de Aviación, junto con Orlando Bosch, provocando la muerte de 73 personas, en 1976.

Al replicar un documento del gobierno norteamericano que ataca groseramente a su país, el embajador venezolano en Estados Unidos, Bernardo Alvarez, invitó hoy a Washington a entregar a Posada "si realmente está preocupado por la situación de los derechos humanos y desea un acercamiento con Latinoamérica", reporta PL.