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Posada Carriles ally freed from custody by Jay Weaver An anti-Castro militant was released Wednesday after nearly four years in federal custody. He spent the last year in an immigration facility after serving prison sentences for stockpiling weapons and refusing to testify against a fellow Castro foe. Santiago Alvarez, a Miami real estate investor, had been detained by Immigration and Customs Enforcement in Georgia since last November, said one of his attorneys, Kendall Coffey. Alvarez, a legal U.S. resident, fought ICE's bid to deport him. Alvarez and co-defendant Osvaldo Mitat pleaded guilty in September 2006 to conspiring to possess illegal weapons. They acknowledged that the arms were meant to battle Fidel Castro's totalitarian government. In late 2007, Alvarez, Mitat and three other associates of Cuban exile militant Luis Posada Carriles pleaded guilty to charges of obstruction of justice in an investigation linked to immigration fraud charges against Posada. The defendants refused to testify before the federal grand jury about Posada's entry into the United States in 2005. Renowned Anti-Cuban Terrorist Freed in the US Oct. 23, 2009 HAVANA, Cuba, Oct 23 (acn) Renowned anti-Cuba terrorist Santiago Alvarez Fernandez-Magriña was released on Wednesday from an Immigration prison in the US state of Georgia, where he was serving a sentence for stockpiling weapons and obstruction of justice. With a long terrorist record against Cuba, Alvarez Fernandez-Magriña is one of the closest collaborators of self-confessed criminal Luis Posada Carriles, and operates with total impunity in Miami under the façade of a businessman from a development company, underscored the Cubadebate web site. Imprisoned since November 2005 along with an unpatriotic person, Osvaldo Mitat, Alvarez Fernandez-Magriña pleaded guilty of conspiracy to have illegal weaponry, and admitted his aggressive purposes against Cuba. Even with this evidence, the US District Attorney’s Office didn’t press charges on terrorism, and the two criminals were sentenced to 4 years in jail, reduced to 11 months in exchange for the voluntary return of an arms cache that was hidden, the Notimex news agency recalls. The sentence was reduced despite the fact that the authorities seized the largest arms cache in the history of south Florida, made up by 30 automatic rifles, a rocket launcher, several grenades, over 200 pounds of dynamite, and 14 pounds of C-4 explosives. At the end of 2007, Alvarez and Mitat pleaded guilty of obstructing justice in an investigation linked to charges of migratory fraud against Posada Carriles and they refused to testify before a federal grand jury on the illegal entry of this terrorist to the United States, who is claimed by Venezuelan justice. Counsel Jose Pertierra, Venezuela’s representative in the extradition case against Posada Carriles told Cubadebate from Washington that Alvarez Fernandez-Magriña “is not a US citizen. He’s only a permanent resident and his criminal record works against his residency”. Alvarez Fernandez-Magriña enlisted as a mercenary in the 2506 Brigade (which participated in the Bay of Pigs invasion of Cuba) and maintained close ties with Florida-based paramilitary organizations, like Alpha 66 and Comandos L, under the supervision of the Central Intelligence Agency (the CIA). |
Santiago Alvarez fue liberado por Jay Weaver El militante anticastrista Santiago Alvarez fue liberado el miércoles por las autoridades de inmigración después de haber estado detenido por casi un año tras sus sentencias por almacenar armas y negarse a testificar contra un colegas. Alvarez, un inversionista del mercado inmobiliario en Miami, había estado detenido por Inmigración en Georgia desde noviembre pasado, dijo uno de sus abogados, Kendall Coffey. Alvarez, un residente permanente de Estados Unidos, se opuso a ser deportado como lo pedían las autoridades. "En nuestra opinión, no actuaron con seriedad", dijo Coffey. "Fue una amenaza falsa". Alvarez y el otro acusado, Osvaldo Mitat, se declararon culpables en septiembre del 2006 de conspirar para poseer armas ilegales. Ambos sostuvieron que las armas eran para ayudar a combatir el gobierno totalitario de Fidel Castro, no para perjudicar a Estados Unidos. Liberan en Miami al terrorista Santiago Álvarez, benefactor de Posada Carriles por Jay Weaver La doble moral del gobierno de los Estados Unidos continúa. Los Cinco, presos; Luis Posada Carriles, libre, y ahora otro conocido terrorista, Santiago Álvarez Fernández Magriñá, también libre en Miami. Álvarez salió de una cárcel federal el miércoles, después de cumplir un castigo que ni siquiera llegó a los cuatro años. Fue condenado por almacenar centenares de armas y municiones en el sur de la Florida y también por obstrucción de justicia al rehusarse a brindar testimonio contra su amigo y socio, Luis Posada Carriles. Álvarez, de 67 años, había admitido culpabilidad de tener un ilegal almacén de armamento. En el 2005, las autoridades federales allanaron un apartamento lujoso que mantenía Álvarez en el norte de Miami, en el condado Broward. Encontraron una ametralladora M-11 A1, dos fusiles Colt AR-15, un silenciador y un lanza-granadas de marca Heckler & Koch. Álvarez también admitió culpabilidad de obstruir la justicia al no dar testimonio sobre el papel que jugó en ayudar a Posada Carriles ingresar ilegalmente a los Estados Unidos en la primavera del 2005. Pese al armamento que le confiscaron, la Fiscalía decidió no presentar cargos de terrorismo contra Álvarez, y el juez lo sentenció a cuatro años de cárcel. El Juez federal, James Cohn, redujo la sentencia de Álvarez a cambio de la entrega voluntaria de un alijo de armas que la policía no había encontrado en el allanamiento anterior. Aparte del armamento inicial con el cual fue detenido, Álvarez le entregó a las autoridades federales 30 ametralladoras automáticas y semiautomáticas, un lanzacohetes, varias granadas, 200 libras de dinamita, 14 libras del explosivo C-4 y 4 000 pies de cable para hacer detonaciones. Una cantidad de armamento sin precedentes en el Sur de la Florida. Álvarez mantenía oculto el alijo de armas en almacenes, casas y escondites en el área de Miami, con el propósito de realizar actos terroristas contra Cuba. Él formó parte de la tripulación a bordo de la embarcación, El Santrina, que llevó a Luis Posada Carriles al sur de la Florida a principios del 2005. Rehusó brindar testimonio contra Posada, por temor a que las autoridades lo acusaran de ayudar a un terrorista a ingresar ilegalmente a los Estados Unidos. Un cargo de esa índole conlleva una posible sentencia de 35 años de prisión. Álvarez fue uno de los fundadores de la organización terrorista, Alfa 66 y uno de los terroristas que atacaron en abril del 2001 a un pequeño poblado en la provincia de Villa Clara. Uno de los terroristas que Cuba capturó durante ese ataque, identificó, mediante fotografías y videos, a Santiago Álvarez Fernández-Magriñá como autor intelectual y benefactor financiero de esa operación terrorista. El 12 de octubre de 2001, participó en otro ataque terrorista contra la población llamada Boca de Samá, al norte de la provincia de Holguín, durante la cual los participantes asesinaron a dos personas e hirieron seriamente a una niña cubana. Fue también un importante cómplice de Luis Posada Carriles en la planificación del fallido atentado contra el Presidente Fidel Castro en Panamá. Aunque Panamá no presentó cargos contra él, debido a que Álvarez estaba protegido en la Florida cuando Posada y otros tres cómplices fueron detenidos, de acuerdo con el Presidente Fidel Castro, Álvarez jugó un importante panel en la planificación del atentado. El abogado José Pertierra, representante de Venezuela en el caso de la extradición de Luis Posada Carriles, le dijo a Cubadebate vía telefónica desde Washington que “Santiago Álvarez no es ciudadano de los Estados Unidos. Es solamente residente permanente y sus antecedentes penales militan contra la residencia”. “Si tuviese voluntad política, el Presidente de los Estados Unidos pudiera iniciar procedimientos de deportación contra Álvarez y enviarlo a Cuba”, continuó Pertierra. “Veremos si el Presidente Obama, premio Nobel de la Paz, decide deportar al terrorista o protegerlo en la Calle 8 de Miami, junto a Posada Carriles, Orlando Bosch, Pedro Remón, los hermanos Novo-Sompol, y los demás terroristas anti-cubanos”.
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