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Comité Nacional por la Libertad de los Cinco Cubanos

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Watch a brief YouTube clip of the Reuters interview with Gerardo Hernández that was broadcast on Democracy Now!
Vea un video breve de YouTube, parte de la entrevista por Reuters con Gerardo Hernandez emitida por Democracy Now!

 
Cuban spy jailed in U.S. pins hope on appeal

by Marie Frail
July 24, 2007
Reprinted from Reuters

WASHINGTON (Reuters) - A Cuban spy serving two life sentences in a U.S. high-security prison hopes an appeals court will annul convictions by a Miami jury he says was too scared to acquit him in a highly charged anti-Castro setting.

Gerardo Hernandez told Reuters by telephone from prison that he was spying on paramilitary exile groups in Miami, not the United States, when he and four members of his so-called Wasp Network were arrested by the FBI in 1998.

His mission was to prevent "terrorist" attacks on Cuba, he said.

"You can be a terrorist in this country if you are a terrorist against Cuba, no problem with that. Those are the good terrorists for the U.S. government," he said from Victorville Penitentiary in California.

The 11th U.S. Circuit Court of Appeals in Atlanta will hold oral hearings on August 20 in an appeal that could reopen the case of the "Cuban Five" convicted in 2001 of spying on behalf of Fidel Castro's Communist government.

Prosecutors accused the Cuban Five of trying to infiltrate U.S. military installations to obtain secrets. One did work as a janitor at a Boca Chica Navy training base near Key West.

Hernandez, 42, was also indicted for conspiracy to commit murder based on the allegation he passed information to Havana that led to the downing in 1996 by a Cuban MiG jet of two small planes operated by a Miami-based Cuban exile group and flying near Cuba. Four people were killed.

Hernandez says that was no secret: the exile group Brothers to the Rescue, which had overflown Havana dropping leaflets, announced its plan to fly toward Cuba in a news conference.

"If you go to the worst espionage cases in U.S. history, those people got life sentences for stealing very secret and damaging documents for foreign powers," he said. "I got life for stealing nothing."

Hernandez says jurors in his trial, who unanimously found him guilty, were intimidated by the media in Miami, the bastion of the Cuban exile community.

A three-judge panel from the Atlanta court overturned the convictions against the five men in 2005. It said intense publicity and "pervasive prejudice" against Castro had prevented them from getting a fair trial in Miami.

But that decision was reversed by the full court last year.

In Cuba, the jailed spies are officially portrayed as national heroes cast as victims of the hostility U.S. governments have held for Cuba since Castro took power in a 1959 revolution.

AMATEUR CARTOONIST

Hernandez said he was not appealing a conviction for using false names and documents, or for not registering with the U.S. government as an agent of a foreign country, which carries a maximum sentence of 10 years.

"That's right, we were working for Cuba. We always recognized that," said Hernandez, an international relations graduate and amateur cartoonist.

The hardest thing in prison is not seeing his wife, Adriana Perez, he said. They last saw each other a decade ago. U.S. authorities have denied her a visa to travel to see him.

Hernandez is allowed to write letters and gets 300 minutes of telephone time a month but is barred from sending e-mails.

"They are condemning us never to see them again," Perez said in Havana.

Ricardo Alarcon, president of Cuba's National Assembly, says the five agents were subjected to "cruel and absurd" treatment in the United States for not switching sides and denouncing the Cuban government.

"They have not been able to break them. They have made them and their families suffer," he said in an interview.

The Cuban Five were put in solitary confinement for the first 17 months after their arrest, which obstructed their contact with defense lawyers, a fact that in itself would warrant a retrial, Alarcon said.

By contrast, he said, Cuban-American businessman Santiago Alvarez, who was found in possession of an arsenal of guns, grenade launchers, mortars and explosives, was jailed last year in Miami for three years and recently got a reduced sentence.

(Additional reporting by Anthony Boadle in Havana)

 

     
Agente cubano preso en EEUU espera anulación cargos

por Marie Frail
24 de julio de 2007
Reimprimado de Reuters

WASHINGTON (Reuters) - Gerardo Hernández considera que tras 10 años preso en Estados Unidos pagó por su trabajo como agente no declarado del Gobierno de Fidel Castro.

Por eso espera que una Corte de Apelaciones anule las dos cadenas perpetuas a las que fue condenado en el 2001 en Miami para, según dijo esta semana a Reuters durante una entrevista telefónica desde una prisión en California, saciar la sed de venganza de los exiliados cubanos que había infiltrado.

En Estados Unidos lo acusaron de intentar infiltrar objetivos militares y facilitar el derribo en 1996 por un MiG cubano de dos avionetas del grupo Hermanos al Rescate, en las que murieron sus cuatro tripulantes.

En Cuba, sin embargo, Hernández y los otros cuatro agentes arrestados en 1998 han sido condecorados por Fidel Castro como héroes de la república por infiltrar "grupos terroristas."

"Esperamos que la corte reconozca que el cargo de espionaje y el de derribar los aviones no tiene ninguna base y, básicamente, nos deje con el cargo de conspiración con una sentencia de 10 años," dijo desde la prisión de Victorville.

"Es muy diferente de ser condenado a cadena perpetua por algo que no hiciste," añadió Hernández, de 42 años, en una entrevista realizada en inglés a pedido de las autoridades penitenciarias de Estados Unidos.

Una corte de apelaciones de Atlanta tiene programada para el 20 de agosto una vista oral que podría reabrir el caso.

Tras su arresto el 12 de septiembre de 1998 por agentes del FBI de Miami, la fiscalía de Estados Unidos los acusó de tratar de infiltrar objetivos militares en busca de secretos. Uno de ellos trabajaba como limpiador en la base de entrenamiento naval en Boca Chica, cerca de Cayo Hueso.

Todos admitieron que recibían órdenes de Cuba.

"Siempre lo reconocimos. Es correcto, estábamos trabajando para Cuba," dijo Hernández.

"Por eso podríamos haber sido condenados a un máximo de 10 años," añadió.

La fiscalía no pudo demostrar que Hernández ayudó a Cuba a derribar las dos avionetas de Hermanos al Rescate.

Según Hernández, la operación para arrojar panfletos sobre La Habana había sido anunciado por el grupo de exiliados durante una conferencia de prensa.

Aún así, fue condenado en el 2001 por un tribunal de Miami, bastión de los exiliados cubanos donde los jueces, comentó, no resistieron la hostilidad hacia el Gobierno comunista de Cuba.

Un panel de la corte de apelaciones de Atlanta anuló las sentencias en el 2005, porque, dijeron, los prejuicios contra Castro no garantizaron un juicio justo en Miami.

La decisión fue desestimada el año pasado por ese mismo tribunal.

Según Ricardo Alarcón, el presidente del Parlamento cubano y principal asesor de Castro en su política hacia Estados Unidos, Hernández y los otros agentes fueron víctimas de la complicidad de Washington con los exiliados cubanos de Miami.

"Si hubiera un Gobierno decente en Washington el proceder sería retirar todas las acusaciones, pedir perdón y se acabaría todo," dijo esta semana durante una entrevista en La Habana.

Para Hernández, la puesta este año en libertad bajo fianza del ex agente cubano de la CIA, Luis Posada Carriles, acusado de la voladura en 1976 de un avión comercial cubano con 73 personas a bordo, demuestra que la justicia estadounidense es permeable a influencias políticas.

"En este país, si eres un terrorista contra Cuba no hay problema. Esos son 'buenos terroristas' del Gobierno de Estados Unidos o 'militantes anticastristas', como los llaman," añadió.

MANUEL EL DISEÑADOR

Para Hernández, que vivía en Miami bajo la cobertura de un diseñador gráfico llamado Manuel Viramontes, lo peor de sus 10 años de prisión ha sido no ver a su esposa Adriana Pérez, a quien Estados Unidos negó una visa en siete oportunidades.

"Nos están condenando de por vida a no verlos," dijo Pérez, una ingeniera química de 37 años, durante una entrevista en La Habana.

"Es una forma de presionarlos, de debilitarlos (...) Algo que no han podido lograr con ninguno de ellos," comentó y dijo que en septiembre volverá a pedir una visa para visitar a su esposo.

Hernández señaló que pasa su tiempo en la prisión escribiendo cartas a familiares, amigos y simpatizantes. Tiene derecho a 300 minutos mensuales de llamadas telefónicas, pero no le permiten usar el correo electrónico como al resto de los presos.

Según su biografía oficial, estudió relaciones internacionales en La Habana, combatió en una brigada de tanques en la Guerra de Angola y desempeñaba "peligrosas misiones" en Estados Unidos desde mediados de la década de 1990.

(Con reporte adicional de Anthony Boadle y Esteban Israel en La Habana)

 

 

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