La Gira a Diario
por Profr. José Luis Alonso Vargas
25 de noviembre de 2007
24-11-07
Hoy, a la 1 y media de la mañana, estábamos entrando a la central camionera de Hermosillo. Como mi compadre me falló, pues su carro andaba de parranda con su hijo arriba, contratamos un taxi seguro, que nos llevó al hotel Kino. El pago del hotel fue cortesía del Diputado local Reynaldo Millán, viejo amigo mío y de Cuba.
Amigo de Cuba, primero por las enseñanzas revolucionarias que nos llegaron de la Isla, en nuestra afiebrada juventud de los ´60; y ahora, por su hijo médico, recibido recientemente de la Escuela Latinoamericana de Ciencias Médicas, con una excelente formación profesional y una conciencia social que no tienen, por lo general, nuestros médicos, casi todos ellos individualistas y mercantilizados.
A las 9 en punto ya estábamos en el salón del hotel San Alberto, preparado para la conferencia de prensa. La lic. Iliana Rodríguez Osuna, coordinadora de comunicación social del grupo parlamentario del PRD, en Sonora, nos dio la bienvenida y nos pidió esperar a que llegaran las televisoras y otros medios. Media hora después ya estaban los más importantes y ella misma hizo la presentación de quienes estábamos al frente. El Diputado Millán nos dio la bienvenida a todos y le cedió la palabra a Esquivel, quien en 15 minutos hizo una sintética exposición del proceso de los Cinco y propició la ronda de preguntas y respuestas. A la pregunta de cómo han respondido los mexicanos a la solicitud de solidaridad del pueblo cubano, intervine yo, haciendo un rápido bosquejo de las acciones de nuestro Movimiento y de otros organismos, en los últimos años. Las demás preguntas las respondió satisfactoriamente Esquivel, despertando el interés de los periodistas que no sabían casi nada de este tema.
Estuvieron cubriendo esta conferencia: Alejandra Limón, de Telemax; Edgard Molina del canal 12 de Televisa; Anahí y Cristina del periódico Imparcial; César de la Cruz, del Diario del Yaqui; Humberto Calixto, de la radio, Grupo Acir; Moisés Mendoza, de Radio Sonora; Erick Castillo, de Entorno, periódico escrito y digital; María de Jesús Jiménez, de la revista mensual Viva Voz; y Germán Contreras, de Catarsis, periódico en Internet.
Un asesor de los Yaquis se quedó al final exponiéndonos la situación de esta nación y las posibilidades de que se puedan coordinar acciones a favor de los Cinco en México y los Estados Unidos, pues ellos tienen un status que les permite transitar con cierta libertad en la frontera. Recomendó también a algunas personalidades del lado norteamericano que podrían colaborar en la difusión del caso de los Cinco entre sus comunidades.
En fin, que en Hermosillo se cumplió nuestro objetivo con más de lo esperado. Nuestro amigo diputado y su hijo, nos llevaron a la Terminal de Autobuses y, nuevamente, por cortesía de ellos, iniciamos nuestro viaje en un Estrella Blanca, hacia Ciudad Juárez.
Todo iba bien, a pesar del retén que nos detuvo casi una hora a la altura de Benjamín Hill. Los militares son muy quisquillosos con los pasajeros, buscando droga y armas, según ellos. Los verdaderos cargamentos pasan en grandes traileres sin que los toquen. Pero fuera de ese retén, todo iba bien. Al llegar a Cananea nos avisaron que la sierra estaba nevada y que lo más probable era que se cerrara el paso hacia Chihuahua. Es más, los choferes hasta contemplaron la posibilidad de que nos quedáramos toda la noche, ahí, en Cananea. Pero la súplica de unas pasajeras que iban justamente hasta Agua Prieta los hizo avanzar hasta allá. Después supimos que nos salvamos del cierre de la carretera, desde Cananea.
Al saber eso, llamé a mi camarada Florencio Lugo y le pedí posada. Fue por nosotros a la Terminal de Autobuses y nos ofreció el calorcito de su sala. Ahí tomamos té y saboreamos unas donas, en medio de un ameno repaso de la situación nacional e internacional. Lugo es uno de los tres sobrevivientes vivos del Asalto al Cuartel Madera, el 23 de septiembre de 1965. Nos confesó que su principal inspiración para la lucha fue el Che Guevara y Fidel Castro. Principalmente Guerra de Guerrillas del Che y los primeros discursos de Fidel, por Radio Habana. Por eso está al pendiente de todas las noticias que tienen que ver con Cuba, y ahora también con Venezuela y el proceso latinoamericano, en su conjunto. A Esquivel le obsequió sus libros y nos mostró uno, de yoga, del cual se hicieron 6 ediciones, en los años ´80.
El frío estaba casi a cero grados. Esquivel vivía por primera vez un frío así de intenso. En Europa y Moscú, nos dijo, le tocaron siempre días de verano, que no le permitieron conocer la nieve ni este frío.
Lugo nos ofreció una recamara con muchas cobijas y nos fuimos a descansar después de las 11 de la noche, en espera de despertar con buenas noticias sobre el clima.
Hasta la Victoria, Siempre!
25-11-07
Muy temprano me comuniqué a la Terminal y calcularon que entre 11 y 12 de la mañana podría continuarse el viaje hacia Juárez. Por si sí y por si no, nos fuimos a la Terminal como a las 8 y media. A las 10:00, los chóferes decidieron que podíamos iniciar el recorrido para ganarle la delantera a los demás. Eran como 50 autobuses varados en esa Terminal. Casi a las 11:00 se nos acabó el chiste. Llegamos al kilómetro 87 y ahí nos estacionamos, detrás de una cola de vehículos varados, de más de 10 kilómetros de larga. La cola empezaba en la parte más alta de la montaña y para ambos lados era lo mismo. El hielo, que apenas se derretía, hacía que los grandes vehículos derraparan, se resbalaran y quedaran atravesados en la carretera. Los esfuerzos por moverlos se hacían, pero tardaban.
En tres horas avanzamos 100 metros. Sin perder el buen humor, compartiendo experiencias con los choferes y los pasajeros y los vecinos de otros vehículos, en la carretera, nos pasamos el día, pensando una y otra vez en los eventos que se cancelaban, uno a uno, en Ciudad Juárez. Por celular nos enviamos mensajes para informarnos mutuamente de la situación y dejar en manos de la naturaleza y la pericia de la gente, nuestra suerte. Todo mundo coincidía en que el culpable de esto era el gobierno, por no construir una carretera de 4 carriles en este tramo, cuando menos. Todos decían que lo único que sabían hacer los gobernantes era llenarse los bolsillos, de ellos y sus familiares, con el dinero del pueblo.
A las 8 de la noche, cuando estábamos en la parte más alta de la sierra, en un lugar llamado Puerto San Luis, el chofer nos anunció la peor noticia: que ahí cerca, en una curva, estaba roto un trailer y atravesado en los dos carriles de la carretera; que debíamos dormir ahí, con la calefacción del carro encendida y que tal vez, como a las 10 de la mañana, llegara la Federal de Caminos, con una grúa, a levantar el trailer. Pensamos en los Cinco Patriotas que seguramente la estaban pasando más mal que nosotros; cuando menos nuestra detención era pasajera y sólo por efectos indirectos del gobierno y de la naturaleza; así que nos hicimos a la idea de que rodeados de hielo y a 3 mil metros de altura, íbamos a pasar la noche con una luna llena que nos veía con cariño de mamá buena, desde arriba.
Afortunadamente, por esta ocasión, el chofer, siempre pesimista, se equivocó; antes le había atinado; a cada augurio optimista, de los pasajeros o de los vecinos, salía con sus predicciones catastróficas; pero ahora no; como a las 8 y media de la noche salimos del atolladero y agarramos carretera libre. Llegamos a Juárez a medianoche y José Hernández nos llevó a un hotel con buenas camas, calefacción y agua caliente y fría, en abundancia.
José Hernández nos informó, sin dolerse, sino con orgullo, que hasta el último momento nos estuvieron esperando un grupo de compañeras y compañeros solidarios con Cuba y con los Cinco. Nosotros sabíamos que alrededor del 26 de julio habían realizado un mural y otras acciones en las narices mismas de los yanquis. Y por eso veníamos con muchas expectativas. Pero ahí será para la otra. La pagaremos y doble.
Hasta la Victoria, Siempre! |