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Ramon Labañino Turns 45
by Deisy Francis Mexidor Ramon Labañino was born on June 9, 1943. "Today he’s a big, strong man that can lift me with his arms," said his father Holmes Labañino speaking of the son he once held in his arms and opened his eyes "weighing eight pounds, if I’m not mistaken." Forty-five years have gone by. "He never gave me headaches. He was a very calm child, respectful. He didn’t know how to play marbles or spin a top. He was very studious. In general he was very healthy. Only once when he was six-months-old he caught pneumonia and we almost lost him; later he became asthmatic. However, that all ended by the time he was seven. "His mother adored him, and he adored her. Little Ramon was the favorite child. When he grew up he always said ‘my mother, my mother’ and she loved it. He was able to see her before she died. One day we agreed to meet in the cemetery. He sat at the foot of his mom’s tomb and we began to talk. I gave him all the advice a father could give a child, we stayed a while in silence and I remember asking him: ‘Hey son, how long are you going to continue traveling; you’ve got daughters, a wife, you need to be present more.’ Until that time, the only thing I knew was that according to him he had been in Spain," said Ramon’s father. Ramon’s answer kept his father from insisting: "‘Dad, do you want me to tell you something? I don’t know how long I’ll be traveling. It could be until I die.’ And he gave three light hits on his mother’s tomb and we left walking." He left on that supposed trip to Barcelona in July of 1998… Almost a decade has gone by since Ramon Labañino was sent to prison just as his compatriots Rene Gonzalez, Gerardo Hernandez, Fernando Gonzalez and Antonio Guerrero. During this time he has faced long times of solitary confinement, the rigors of prison and separation from his family. "But we never complain and never will; we’ve lived and survived. I’d even say we are doing well," he wrote in 2005. Now an appeals court has decided to reconsider his sentence of life imprisonment plus 18 years. They will do so in a hearing in Miami, the same place where he was unjustly convicted. Judge Joan Lenard is tasked with calling the hearing. She’s the same judge that at the 2001 trial showed her commitment to the most reactionary rightwing sector of the Cuban exiles in Florida. Meanwhile, Ramon hasn’t received a visit from his daughters and wife for two years. He was recently transferred to another prison. His wife Elizabeth and his daughters, who have grown up without their father, wait from day to day, for permission from US authorities to go visit him. Ramon will spend another birthday in the reduced space of a jail cell. Meanwhile, his father Holmes, looks towards the door of his home. He recalls his "country girl who was more than a woman and mother," and he thinks of the times that little Ramon lagged behind them when they were walking, "but he always caught up," said Holmes. "Today the wait is much longer."
| De padre a hijo Ramón Labañino Salazar cumple hoy 45 años por Deisy Francis Mexidor Nació el 9 de junio de 1963. Hoy es un "hombrón alto, fuerte, que me levanta en peso", según describe Holmes Labañino a su hijo Ramón, aquel que acunó en sus brazos cuando apenas abrió los ojos "pesando ocho libras, si la memoria no me falla". Han transcurrido 45 años. "Jamás me dio dolores de cabeza. Fue un niño más bien tranquilo. Respetuoso. No sabía jugar a las bolas ni bailar trompo. Era muy estudioso. Fue muy saludable. Solo a los seis meses le dio una neumonía, se puso feo y casi se nos muere, después de eso debutó como asmático. Sin embargo, a partir de los siete años no le dio más nada. La madre lo adoraba, y él también a ella, Ramoncito era el hijo predilecto. De grande siempre le decía ‘mi madre, mi madre, y ella se volvía loca’. Él pudo verla antes de ella morir. Un día nos citamos en el cementerio. Se sentó a los pies de la tumba de la madre y empezamos a hablar, le di todos los consejos que un padre puede brindarle a un hijo, quedamos un rato en silencio y recuerdo que le pregunté: "Oye m’ijo, ¿hasta cuándo vas a estar viajando, mira que tú tienes hijas, mujer, tienes que dar más calor? Hasta ese momento lo único que yo sabía era, según él, que andaba por España. La respuesta de Ramón no le permitió entonces seguir insistiendo: ‘Papá, ¿quieres que te diga una cosa? Yo no sé hasta cuándo estaré viajando. Puede ser hasta que me muera’. Y le dio tres golpecitos a la tumba de su mamá y salimos caminando". Se fue para ese supuesto viaje a Barcelona en julio de 1998... Ha transcurrido casi una década desde que Ramón Labañino Salazar está encarcelado al igual que sus compañeros de causa René González, Gerardo Hernández, Fernando González y Antonio Guerrero. En ese tiempo: el hueco, los rigores de una cárcel, la separación familiar¼ "pero no nos quejamos, nunca lo haremos, hemos vivido y sobrevivido, e incluso diría que estamos bien", escribió en el 2005. Ahora un tribunal de Apelaciones ha decidido —en un fallo con real tufo político— revisar su sentencia de cadena perpetua más 18 años. Lo harán en una audiencia en Miami. El mismo lugar donde fue condenado injustamente. Será Joan Lenard la encargada de convocar la vista. La misma jueza que ha demostrado tanto compromiso con el sector más reaccionario del exilio de origen cubano en Florida. Mientras, hace 24 meses Ramón Labañino no recibe la visita de sus hijas y esposa. Recientemente fue transferido a otra prisión, por un reordenamiento declarado en la penitenciaría federal de máxima seguridad de Beaumont, Texas. Elizabeth, su compañera en la vida, y las niñas —¡que ya han crecido tanto en ausencia de papá!— aguardan, contando uno a uno los días, el permiso que se dilata de las autoridades de Estados Unidos para poder verlo. Otro cumpleaños pasará Ramón en el espacio reducido de una celda. Holmes, entretanto, dirige la mirada hacia la puerta de entrada de la casa. Recuerda a su "guajira, que era mucha mujer y madre", y piensa en las veces que el Ramoncito de ambos se retrasaba un poco y ellos le hacían surcos a la calle con los ojos. "Pero él venía", reconoce Holmes. "Hoy la espera es más larga".
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