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Statement from the Ministry of Foreign Affairs The Cuban Five: An essential issue on the agenda of the Cuba-US migration talks Feb. 20, 2010 As opportunely announced, on February 19, 2010, a new round of migration talks took place in Havana with the United States government. As was the case during the round held in New York, other issues were discussed during this exchange. This time, Cuba’s delegation reiterated the proposals made in July to the U.S. side, referring to cooperation in confronting drug trafficking, terrorism and human trafficking, protecting the environment and responding to natural disasters. In particular, we expressed our willingness to sign an agreement with the United States government for confronting drug trafficking, on the basis of the project recently presented by Cuba, in January 2010, via diplomatic channels. Additionally, the Cuban delegation reiterated the essential issues to be addressed in an eventual dialogue process, aimed at improving relations: the lifting of the economic, commercial and financial blockade; the exclusion of Cuba from the spurious list of terrorist countries; abrogation of the Cuban Adjustment Act and the "wet-foot/dry-foot policy"; compensation for economic and human damages; the return of the territory occupied by the Guantánamo naval base; the end of anti-Cuba radio and television aggression from the United States, and an end to the financing of internal subversion. The Cuban delegation thoroughly addressed as an essential issue on that agenda the application for the liberation of the five Cuban anti-terrorists who have been suffering, for 11 years, unjust imprisonment in the United States for combating terrorism. Contrary to the spirit of cooperation and understanding demonstrated by the Cuban side, once the migration talks were over, the U.S. delegation convened dozens of its mercenaries, even transporting them to the residence of the chief of the U.S. Interests Section, once again demonstrating that its priorities are more connected to supporting the counterrevolution and the promotion of subversion to overthrow the Cuban Revolution than to creating a conducive climate for a real solution to bilateral problems. These counterrevolutionary elements benefit from part of the $20-plus million that do not remain in Miami, and which the U.S. government annually devotes to the task of anti-Cuba destabilization and subversion. From the day he arrived in our country, the head of the U.S. delegation was advised by the Ministry of Foreign Affairs as to our opposition to his using his brief stay to organize a provocative event, alien to the spirit of migration talks. With this conduct, offensive toward Cuba’s authorities and people, the U.S. government confirms that its instruments of subversive policies against Cuba continue to be in force; it demonstrates its lack of real will to improve ties with our country, and to leave behind the actions of blatant interference that historically have been the greatest obstacle to the normalization of relations between our two countries. The Ministry of Foreign Affairs reiterates the willingness expressed by the Cuban government to maintain a respectful dialogue about any issue with the United States government, as long as it is between equals, and without detriment to independence, sovereignty or self-determination.
| Declaración del Ministerio de Relaciones Exteriores Caso de los Cinco: Tema Esencial en Conversaciones Migratorias Cuba-Estados Unidos 20 de febrero de 2010 CUBA, 20 de febrero de 2010.- Como se informó oportunamente, el 19 de febrero de 2010, se celebró en La Habana una nueva ronda de conversaciones migratorias con el Gobierno de los Estados Unidos. Al igual que durante la ronda celebrada en Nueva York, durante este intercambio se habló de otros temas. En esta ocasión la delegación de Cuba reiteró las propuestas hechas en julio a la parte norteamericana, referentes a la cooperación en el enfrentamiento al narcotráfico, al terrorismo y al tráfico de personas, para proteger el medio ambiente y enfrentar los desastres naturales. En particular, expresamos nuestra disposición a firmar con el Gobierno de los Estados Unidos un acuerdo para el enfrentamiento al narcotráfico, sobre la base del proyecto presentado recientemente por Cuba, en enero del 2010, por los canales diplomáticos. Adicionalmente, la delegación de Cuba reiteró los temas esenciales a abordar en un eventual proceso de diálogo dirigido a mejorar las relaciones: el levantamiento del bloqueo económico, comercial y financiero; la exclusión de Cuba de la espuria lista de países terroristas; la abrogación de la Ley de Ajuste Cubano y la «política de pies secos-pies mojados»; la compensación por daños económicos y humanos, la devolución del territorio ocupado por la Base Naval de Guantánamo; el fin de las agresiones radiales y televisivas desde los Estados Unidos contra Cuba, y el cese del financiamiento a la subversión interna. La delegación cubana abordó a fondo, como tema esencial en esa agenda la solicitud de liberación de los Cinco antiterroristas cubanos que sufren, desde hace once años, injusta prisión en los Estados Unidos por luchar contra el terrorismo. Contrario al espíritu de cooperación y entendimiento mostrado por la parte cubana, una vez efectuadas las conversaciones migratorias, la delegación norteamericana convocó a decenas de sus mercenarios a quienes incluso transportó a la residencia del Jefe de la SINA, demostrando nuevamente que sus prioridades se relacionan más con el apoyo a la contrarrevolución y la promoción de la subversión para derrocar a la Revolución cubana que con la creación de un clima conducente a la solución real de los problemas bilaterales. Estos elementos contrarrevolucionarios se benefician de una parte de los más de 20 millones de dólares que no se quedan en Miami y que el Gobierno de EE.UU. dedica anualmente a la labor de desestabilización y subversión contra Cuba. Desde el propio día de su llegada al país, el jefe de la delegación norteamericana fue advertido por el Ministerio de Relaciones Exteriores sobre nuestro rechazo al aprovechamiento de su breve estancia para organizar un evento provocador, ajeno al espíritu de las conversaciones migratorias. Con esta conducta ofensiva hacia las autoridades y el pueblo cubano, el gobierno norteamericano confirma que siguen en vigor los instrumentos de la política subversiva contra Cuba, pone de manifiesto su falta de voluntad real para mejorar los vínculos con nuestro país y para dejar atrás las acciones de burda injerencia, que históricamente han sido el mayor obstáculo a la normalización de las relaciones entre ambos países. El Ministerio de Relaciones Exteriores reitera la disposición ya expresada por el gobierno cubano de sostener un diálogo respetuoso sobre cualquier tema con el Gobierno de los Estados Unidos siempre que este sea entre iguales, sin menoscabo a la independencia, soberanía y autodeterminación.
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