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Gerardo Hernández: ten birthdays without his Bonsai...
por Roberto Pérez Betancourt When Gerardo Hernandez Nordelo of the Cuban Five wakes up behind bars in his US prison tomorrow, June 4, he will turn 43, having spent the last 10 years without his Bonsái. A person can be trained to put up with all types of ordeals, with their physical and mental strength fed by the conviction that their ideals justify sacrifices beyond any injustice, but no one can suppress all their feelings all the time. For that reason, on this special Wednesday, Gerardo will have with him the memories of the living treasure of his life: Adriana Perez O'Conner, who he poetically dubbed "My Bonsai." She is the woman he married 24 years ago, who accompanied him through the paths of life, all of them, including the one that led him to be unjustly imprisoned. His complaint, his demand, a silent scream within him so the enemy can't rejoice with sadism, is to denounce those maneuvering against their own laws and justice, centered their hate and vengeance against five noble men. Gerardo, just as his comrades Ramon Labañino, Rene Gonzalez, Fernando Gonzalez and Antonio Guerrero, knows the importance of the actions they carried out in the United States to gather information on the terrorist plots being organized there against Cuba and warn their government. The Cuban Five were arrested in September 1998 under false charges and after an irregularity-plagued and politically-charged trial in Miami were sentenced between them to a total of four life sentences and 77 years in prison. It didn't matter that a panel of UN experts declared the legal basis of the detention as arbitrary, nor when a three judge panel of the Court of Appeals of Atlanta, Georgia overturned their convictions and sentences. The alienated mind of George W. Bush —the most unpopular president in US history, according to recent polls—, along with his advisors, frustrated by larger anti-Cuban efforts, gave the order to impede by all means any justice for the Cubans, whose mission in Miami was to inform their country of the terrorist plans against Cuba being plotted there. Gerardo was given two life sentences and 15 years in prison. Prestigious and independent legal experts coincide that that charges were false as well as the improper legal proceedings against Gerardo and his co-defendants. So far the Cuban Five have spent 117 months in prison; some of them confined to "the hole" a brutal form of punishment. This reality will be present in Gerardo's head on his 43rd birthday. But he knows that his ideas cannot be imprisoned, and that the thoughts and the efforts of millions of fellow citizens and friends accompany him on his birthday, not in the prison, but in the freedom of his ideals.
| Gerardo Hernández: décimo cumpleaños sin su Bonsái...
por Roberto Pérez Betancourt Cuando Gerardo Hernández Nordelo amanezca este 4 de junio tras los barrotes carcelarios que el gobierno norteamericano le impuso desde 1998, privándolo inmerecidamente de la libertad, estará cumpliendo 43 años de edad, de ellos los 10 últimos sin su Bonsái. Un hombre puede entrenarse en soportar martirios, alimentadas sus fuerzas físicas y mentales con la convicción de que sus ideales justifican los sacrificios más allá de cualquier injusticia; pero nunca reprimir todos sus sentimientos todo el tiempo de su vida. Por eso, en este miércoles especial, Gerardo traerá consigo en sus recuerdos al tesoro viviente de su vida: Adriana Pérez O`Connor, la esposa que él poéticamente llama "Mi Bonsái". Ella es la mujer con quien contrajo matrimonio hace 24 años, la acompañante desde entonces por los senderos de la vida, por todos ellos, también por el que lo condujo injustamente a la prisión. La queja, el reclamo, el grito acallado en sí mismo para que el enemigo no se refocile en su sadismo, es para denunciar a quienes, obrando contra la propia ley y la justicia, cebaron sus odios y venganzas en cinco hombres nobles. Gerardo, al igual que sus compañeros Ramón Labañino, René González, Fernando González y Antonio Guerrero, conoce la importancia de las acciones que desarrollaron en territorio norteamericano para conocer y alertar a tiempo sobre los planes terroristas que desde allí fraguaban elementos inescrupulosos. Ellos son internacionalmente conocidos como los Cinco, luchadores antiterroristas que la Casa Blanca encarceló en septiembre de 1998 bajo cargos falsos, y en un juicio políticamente amañado, condenó a penas que suman cuatro cadenas perpetuas más 77 años. De nada valió que un panel de expertos de Naciones Unidas declarara la falta de fundamentos jurídicos para tamaña arbitrariedad, ni que un tribunal de tres magistrados de la Corte de Apelaciones de Atlanta, Georgia, invalidara en una ocasión el proceso y las sentencias. La mente enajenada de George W. Bush —el presidente más impopular que ha padecido Estados Unidos, según encuestas recientes—, junto con las de sus asesores, frustrados en empeños anticubanos mayores, dictaron órdenes de impedir por todos los medios que la ley hiciera verdadera justicia a los patriotas cuya misión en Miami era informar a su Patria de los planes terroristas contra Cuba fraguados allí. A Gerardo le dieron dos cadenas perpetuas más 15 años de reclusión. Afamados e imparciales expertos en jurisprudencia han demostrado la falsedad de las imputaciones, al igual que los procesos enajenados del que él y sus compañeros han sido victimas. Para los Cinco han transcurrido 117 meses en prisión, algunos de ellos confinados en "el hueco", brutal forma de castigo. Esta realidad está presente en la mente de Gerardo en su cumpleaños 43, en plena madurez vital. Pero él sabe que las ideas no son apresables, y que el pensamiento y la acción de millones de compatriotas y amigos lo acompañan hoy, no en la prisión, sino en la libertad de sus ideales. |
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