NATIONAL COMMITTEE TO FREE THE CUBAN FIVE
Comité Nacional por la Libertad de los Cinco Cubanos
 
The abusive order of Judge Joan Lenard

by Andrés Gómez, director of Areítodigital
Sept. 22, 2011

Miami — Although nothing should surprise us after 11 years of the judicial process carried out by the U.S. administrations against the Cuban Five, once more, that is exactly what has happened.

The orders and reasoning in the decision issued last Friday, Sept. 16 by judge Joan Lenard of the southern Florida federal district court, over the conditions of the three-year supervised “freedom” for René González, one of the Cuban Five, are despotic and profoundly cynical.

The supervised release was imposed on René by the same judge in the sentencing phase in December 2001.

René was found guilty for the crime of not having registered as an agent of a foreign government in the scandalous trial of the Cuban Five in Miami. It was a trial marked by countless fundamental violations. The sentence ordered by judge Lenard against René was 15 years of prison plus three years of “conditional release,” the shortest sentence imposed on the Five.

In the terrifying atmosphere in Miami created by the media of that city, the federal prosecutors, the courts and the organizations of the extreme Cuban American rightwing — the “perfect storm” as characterized by the exemplary 2005 decision of the 11th Circuit Court of Appeals — all of them associate an “agent of a foreign government” with the idea that the accused person is evil, in this case and in this city, being a spy of the Cuban government. It has been this way from the beginning and throughout the long and painful years with the case of the Cuban Five.

According to the Foreign Agent Registration Act of 1938, a foreign agent is simply a person who represents the interests of a foreign power. Nothing more. In the immense majority of the cases it has to do with activities of public relations or lobbying. Since 1966 it is rare that a person or organization has been tried for this crime.

And never before the case of René and Fernando (another of the Five also found guilty of the same charge) has a person been given such an excessive sentence for the crime.

If the original sentence for René was unjust and excessive, even worse is the recent decision of judge Lenard with respect to the phase of supervised freedom, because it is after René completed all his prison sentence, with exemplary conduct besides, and without having been permitted to see his wife all that time.

René, a U.S. citizen by birth, had requested permission to return to Cuba after he completes his 15 year sentence on October 7, to be with his wife and daughters again, instead of remaining three years on parole in the United States. René is also a Cuban citizen.

Not only did judge Lenard reject the possibility for René to return to Cuba to be with his family; she also decided that René would complete his three years of parole in Miami.

In Miami where the terrorists of the Cuban American extreme rightwing live and conspire freely and with impunity, organizations that René had infiltrated in order to learn their criminal plans and prevent them from being carried out. We must not forget that that was the sole mission of the Five in Miami: to prevent terrorist acts.

Now, for the three years of parole, René will be at the mercy of those terrorists who are guilty of so many odious crimes, some of them committed right here.

Who will guarantee his safety and life as the law demands? The Miami police? The FBI? Those are the same authorities that assure impunity for the terrorists. Or will it be federal government authorities? The government that has never prosecuted the terrorists responsible for detestable crimes, such as those responsible for the assassination of Carlos Muñiz Varela, member of the Antonio Maceo Brigade. That crime remains without justice for more than 30 years.

Are these the authorities that will guarantee the safety and life of René in Miami during his three years of imprisoned supervised release?

     
La abusiva orden de la Jueza Joan Lenard

por Andrés Gómez, director de Areítodigital
22 de septiembre de 2011

Miami.- A pesar de que a estas alturas del proceso judicial llevado por los gobiernos de Estados Unidos en contra de los Cinco desde hace ya casi once años nada nos debe sorprender, una vez más en el transcurso de todos estos años no ha sido así.

La decisión de la jueza Joan Lenard del Tribunal Federal de Distrito del Sur de la Florida, con sede en Miami, emitida el pasado viernes, 16 de septiembre, en relación a las condiciones de la fase de “libertad” supervisada de tres años que es parte de la condena original de René Gónzález, uno de los Cinco, impuesta en diciembre de 2001 por esta misma jueza, ésta se caracteriza en sus órdenes y razonamientos por su despotismo y más profundo cinismo.

René fue encontrado culpable por el delito de no haberse inscrito como agente de un gobierno extranjero en el escandaloso juicio celebrado a los Cinco en Miami, proceso marcado por innumerables violaciones procesales fundamentales. La condena ordenada por la jueza Lenard contra René fue la de 15 años más 3 años de libertad supervisada. Fue la menor condena impuesta a los Cinco.

En el terrorífico ambiente creado en Miami por la prensa en esta ciudad, la fiscalía federal, los tribunales de justicia y las organizaciones de la extrema derecha cubano americana, desde el principio y a través de todos estos largos y penosos años en relación al caso de los Cinco --la tormenta perfecta como la caracterizó la ejemplar decisión del Onceno Tribunal de Apelaciones en agosto de 2005-- cualquiera pudiera asociar el delito de ser “agente de un gobierno extranjero” con la idea de que la persona acusada es alguien malévolo, en este caso y en esta ciudad, por ejemplo, ser un espía del gobierno cubano. Mas no es así.

Según lee la Ley de Inscripción de Agentes Extranjeros de 1938, un agente extranjero es sencillamente una persona que representa los intereses de una potencia extranjera. Más nada. En la inmensa mayoría de los casos tiene que ver con actividades de relaciones públicas o de cabildeo. Desde 1966 raramente se ha procesado a una persona u organización por ese delito.
Y nunca antes de René y Fernando (otro de los Cinco también encontrado culpable del mismo delito) una persona había sido sentenciado a condena tan excesiva por ese delito.

Si injusta y excesiva fue la condena original de René, más terrible aun, porque ocurre después de haber René cumplido la totalidad de su condena de injusto presidio, cumplida, además, con ejemplar conducta y sin habérsele permitido ver a su esposa todo ese tiempo, es la reciente decisión de la jueza Lenard en relación a la fase de libertad supervisada.

René, ciudadano estadounidense por nacimiento, había solicitado permiso para después del próximo 7 de octubre que es cuando cumple su condena de 15 años en prisión, regresar a Cuba –René también es ciudadano cubano-- para estar nuevamente con su esposa e hijas, en vez de permanecer los 3 años de libertad supervisada en Estados Unidos.

No sólo la jueza Lenard descartó la posibilidad que René regresara a Cuba a estar con su familia sino que decidió que René cumpliera esos 3 años de libertad supervisada en Miami.

En Miami donde viven y conspiran libre e impunemente los terroristas de la extrema derecha cubano americana cuyas organizaciones René había infiltrado para así poder saber de sus criminales planes y evitar que éstos pudieran ejecutarse. No se nos puede olvidar que esa y no otra era la misión de los Cinco en Miami: evitar que se cometieran actos terroristas.

Ahora René, por la duración de los 3 años de libertad supervisada, estará a merced de esos terroristas culpables de tantos odiosos crímenes, algunos de ellos cometidos aquí mismo.

¿Quién le garantizará su seguridad y su vida como la ley requiere? ¿La policía de Miami? ¿El FBI? Estas son las mismas autoridades que les garantizan la impunidad a los terroristas. ¿O serán otras autoridades del gobierno federal? Gobierno que nunca ha encausado a terroristas culpables de detestables crímenes, como por ejemplo, aquellos culpables del asesinato de Carlos Muñiz Varela, miembro de la Brigada Antonio Maceo, crimen que sigue impune después de más de 30 años.

¿Esas son las autoridades que van a garantizar en Miami la seguridad y la vida de René durante los 3 años de su fase carcelaria de libertad supervisada?

 

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