by Andrés Gómez, editor of Areítodigital
Feb. 11, 2009

Miami.- Even though it is true that the economic and financial problems that confront the new administration in Washington are colossal – "catastrophic", according to president Obama himself -, and that the process of approval of the new stimulus package into law in both the Senate and the House of Representatives has robbed the president of his available time, we, who support the end to the travel restrictions to Cuba, also call upon the new administration to decide as soon as possible the end to the restrictions.

It is also true that last week the chief of staff, Rahm Emanuel, declared that the administration will authorize the trips of Cuban Americans to Cuba as well the sending of remittances. The question is then evident, if president Obama during his presidential campaign held that both restrictions would be lifted, and if his chief of staff also declared the same intention, why is it taking so long?

Every day that goes by, it is more and more expensive to travel to Cuba because of the supposedly religious licenses that the current restrictions, imposed in 2004 by the Bush administration, still require of someone to be able to travel, if one is not travelling with the licenses of the Treasury Department, that are granted only to travel once every three years, which are still required to make a trip to Cuba.

Why the delay in ending these terrible and unjust restrictions which only requires a presidential order?

The delay, no matter how brief, compels us, Cubans who live here, to insist in demanding this fundamental right.

And we will not stop demanding the end to the travel restrictions to Cuba when the new administration reinstates the right to travel only to us Cubans who live here. The end to the restrictions must include anyone who lives here and who would like to travel to Cuba. How could we allow that only us can travel but not everyone else?

In this way, last February 4th, nine Congress members of both political parties presented before the House of Representatives a new bill, the Freedom to travel to Cuba Act, which if approved would eliminate all the restrictions on travel to the island.

This is a government that promises to be profoundly reformist. It has formulated the necessity for a new American foreign policy that will better warrant the real interests of the nation as well as those of world peace. To achieve such endeavor it has declared itself willing to establish diplomatic contacts to work out old differences.

Among these is the official American rationale with respect to Cuba which for more than half a Century has reinforced its policy of permanent aggression against the Cuban people.

Therefore, for the same or even for more reasons than before, we stand firm in demanding that the government of the United States of America end its current policy against the Cuban people. That it end its genocidal policy of economic blockade against our people in Cuba. That it end its state terrorist policies against the Cuban people which for the last 50 years have caused the deaths of more then 3.400 Cuban men and women, including children and elderly people and also more than 2.000 incapacitated Cubans.

We demand then that the Obama administration begin the implementation of a radical revision of these policies and that it establish relations with the Cuban government with the purpose of founding a new policy which will really satisfy the true interests of both peoples.

por Andrés Gómez, director de Areítodigital
11 de febrero de 2009

Miami.- Si bien es verdad que los problemas económicos y financieros que confrontan a la nueva Administración en Washington son colosales –catastróficos, según las propias palabras del presidente Obama-, y que el proceso de aprobación de la nueva ley de estímulo económico en las dos cámaras del Congreso le ha robado prácticamente todo el tiempo disponible al presidente, nosotros los que apoyamos el fin de las restricciones de viajes a Cuba, también requerimos que la nueva Administración decida lo antes posible dar fin a las restricciones de viajes a la Isla.

Es cierto que la semana pasada el Jefe del Despacho Presidencial, Rahm Emanuel, declaró que la Administración autorizará los viajes de los cubano americanos a Cuba así como el envío de las remesas de dinero. Pero si evidentemente, el presidente Obama durante su campaña presidencial mantuvo que se levantarían ambas restricciones, si su Jefe de Despacho declaró la intención presidencial de hacerlo, ¿por qué la demora?

Cada día que pasa, más caro cuesta viajar a Cuba, por lo de las licencias supuestamente religiosas que las actuales restricciones, impuestas en el 2004 por la Administración Bush, aún requieren para poder viajar, si es que no se viaja con las licencias del Departamento del Tesoro, que sólo se otorgan para poder viajar 1 vez cada 3 años, que aún siguen siendo requeridas para realizar los viajes a Cuba.

¿Por qué la demora en dar fin a estas terribles e injustas restricciones que sólo requiere de una orden presidencial? La demora, por breve que sea, nos obliga, a nosotros los cubanos que aquí vivimos, a insistir en exigir ese derecho fundamental.

Y no detendremos nuestras exigencias del fin de las restricciones de viajes a Cuba cuando la nueva Administración restituya los derechos de viajes a nosotros los cubanos que aquí vivimos. El fin de las restricciones de viajes a Cuba incluye a todas las personas que aquí viven legalmente y quisieran viajar a Cuba. ¿Por qué cómo vamos a permitir que nosotros podamos viajar y los demás no puedan hacerlo?

De esta manera, el pasado 4 de febrero nueve congresistas de ambos partidos políticos presentaron ante la Cámara de Representantes un nuevo proyecto de ley, Ley de Libertad para Viajar a Cuba, que de ser aprobada por el Congreso eliminaría todas las restricciones de viajes a la Isla.

Este es un gobierno que promete ser profundamente reformista. Ha formulado la necesidad de una nueva política internacional estadounidense que mejor garantice los verdaderos intereses de esta nación así como la paz mundial. Para lograr semejante empeño se ha declarado dispuesto a entablar contactos diplomáticos para resolver viejos diferendos.

Entre éstos se encuentran los razonamientos oficiales norteamericanos con respecto a Cuba que por más de medio siglo han sustanciado su política de agresión permanente en contra del pueblo cubano.

Entonces, con tanta o más razón que antes, también nos mantenemos firmes en nuestra exigencia que el gobierno de Estados Unidos de fin a su política de agresión permanente en contra del pueblo cubano. Que termine su política genocida de Bloqueo contra los nuestros en Cuba. Que termine su política de terrorismo de Estado en contra del pueblo cubano que durante los últimos 50 años a causado la muerte de más de 3,400 cubanos y cubanas, incluyendo niños y ancianos y más de 2,000 discapacitados.

Que la Administración Obama comience una radical revisión de la actual política estadounidense en contra de Cuba y de paso a negociaciones con el gobierno cubano con la finalidad de establecer una nueva relación entre ambos países que satisfaga los verdaderos intereses de ambos pueblos.