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Now for the prompt return of Gerardo, Ramón and Antonio

by Andrés Gómez, director, Areítodigital
Mar. 21, 2014

Miami - I was in Havana when one month ago, February 28, our brother Fernando González Llort returned to the homeland the day after completing his sentence. How happy and proud I felt that day watching him on national television, content, firm and healthy, as he came down the stairs of the little plane that brought him from hell. What a relief.

There was happiness, pride and relief shared by his family, especially his compañera Rosa Aurora, and his mother, Magali; by his comrade in arms, René, free in Cuba, and by his other comrades Gerardo, Ramón y Antonio, still in United States prisons. Happiness, pride and relief shared also by the immense majority of a grateful Cuban people, its revolutionary leadership and by thousands of activists in every corner of the planet who for years have been struggling for the freedom of the Cuban Five.

Fernando was originally sentenced in December 2001 in Miami — city where the U.S. government decided to conduct its infamous trial against the Five — to 19 years for three minor charges: general conspiracy, the use of false identity and conspiracy to act as an unregistered foreign agent. For those three charges Judge Joan Lenard, pressured by the federal government, maliciously imposed that excessive sentence. Three minor charges, while the major media in Miami, the United States and most of the world labeled him as a “spy.”

It was a sentence that a panel of three judges in the 11th Circuit Court of Appeals annulled in the summer of 2008 for being excessive, and ordered Judge Lenard to re-sentence him to a lesser sentence. This also occurred with the sentences of Ramón and Antonio.

In December 2009, Miami, the same judge in a display of malice and cynicism, lowered his original sentence of 19 years by only one year and three months, to 17 years and 9 months in prison. Fernando completed that sentence on February 27, when he was freed after serving 15 years, five months and 15 days in prison. According to the regulations of the U.S. federal prison system, the prisoners receive a 13% reduction of their sentences for good conduct, as was the case for Fernando and René.

Well, what a relief to see him home, safe and sound, the same as it was for René. It was so good to see him strong and firm and obviously mindful of having fully completed his duty to his people. Fernando expressed himself carefully but with confidence and clarity. I see him as a man with an instinctive need to be precise in his ideas and thoughts when talking, communicating. He has shown himself to be a gentleman, polite and appreciative.

Grateful to everyone in Cuba and elsewhere who for all these long years have struggled not only for the Five’s freedom, but also against the policy of State terrorism that the United States government has maintained against the Cuban people for more than 55 years, to try to force it to surrender its independence and freedom. It is a policy that has required the Cuban government for that same period, to have agents infiltrated in the organizations tasked by the United States to carry out that perverse and criminal policy, according to the declassified documents of U.S. intelligence agencies.

In part of Fernando’s allocution before the judge who arbitrarily sentenced him in December 2001, he said:

“President Bush, in his speech to the Joint Session of Congress on September 20, 2001, declared: ‘Tonight, we are a country awakened to danger and called to defend freedom.’ […]

“Your Honor:

“My country and my people were forced to awaken to danger and called to defend freedom over 40 years ago. I feel proud to have been one of those who forewarned my people of such dangers.

“Later that night, in that same speech, President Bush stated:

“‘We will come together to strengthen our intelligence capabilities, to know the plans of terrorists before they act and to find them before they strike.’

“Cuba, which has suffered terrorist attacks for 42 years, also has the right to defend itself in this way.”

Fernando and René are home now. Now it is up to them and all of us to continue to struggle for the freedom of Gerardo, Ramón and Antonio as soon as possible, as well as continuing the other part of that same struggle: against the perfidious policy of State terrorism by the United States against the Cuban people, which has caused so much damage and hardship.

     
Ahora, por el pronto regreso de Gerardo, Ramón y Antonio

por Andrés Gómez, director, Areítodigital
21 de marzo de 2014

Miami.- Estaba en La Habana cuando hace ya un mes, el 28 de febrero pasado, regresara a la patria, un día después de haber cumplido la totalidad de su condena, nuestro hermano Fernando González Llort. Cuanta alegría y orgullo sentí aquel día al verlo en televisión nacional bajando contento, firme y saludable la escalerilla del pequeño avión que lo traía del infierno. Cuanto alivio.

Alegría, orgullo y alivio compartidos por su familia, especialmente su compañera Rosa Aurora, y su madre, Magali; por su compañero de tareas, René, libre en Cuba, y por sus otros compañeros Gerardo, Ramón y Antonio, aún en prisiones estadounidenses. Alegría, orgullo y alivio compartidos también por la inmensa mayoría de un agradecido pueblo cubano, su dirigencia revolucionaria y por los miles de activistas en todo rincón del planeta que por años han estado luchando por lograr la libertad de los Cinco.

Fernando fue condenado originalmente en diciembre de 2001 en Miami, lugar donde el gobierno de Estados Unidos decidió celebrar su infame juicio en contra de los Cinco, a 19 años de prisión, por tres cargos menores: conspiración general [general conspiracy], uso de identidad falsa y conspiración para actuar como un agente extranjero no inscrito. Por esos tres cargos la jueza Joan Lenard, presionada por el gobierno federal, con alevosía, le impuso esa desmedida condena. Tres cargos menores por lo que la gran prensa en Miami, el resto de los Estados Unidos y de la gran parte del mundo lo caracteriza de “espía”.

Condena que un Panel de tres jueces del Tribunal de Apelaciones del Onceno Circuito, en el verano de 2008 anuló, por encontrarla desproporcionada a los cargos, y le ordenó a la jueza Lenard que lo instruyera a una condena menor, al igual que en los casos de las condenas de Ramón y Antonio.

En diciembre de 2009, en Miami, la misma jueza en una insólita manifestación de soberbia y cinismo, le rebajó la condena original de 19 años por sólo un año y tres meses, a 17 años y 9 meses en prisión. Condena que Fernando terminó de cumplir íntegramente el 27 de febrero pasado, cuando fue liberado después de cumplir 15 años, 5 meses y 15 días en prisión. Y es así ya que de acuerdo a las regulaciones del sistema federal de prisiones de Estados Unidos los presos en sus cárceles reciben por buena conducta una rebaja del 13% del tiempo de sus condenas, como fue en los casos de Fernando y René.

Pero bueno, que alivio el verlo sano y salvo en casa, al igual que fue en el caso de René. Que bueno al verlo fuerte y firme y evidentemente consciente de haber cumplido cabalmente con el deber con su pueblo. Fernando se expresa cuidadosamente pero con soltura y claridad. Lo noto ser un hombre instruido con una necesaria precisión en las ideas y sentimientos que trasmite al hablar, al comunicarse. Ha demostrado ser caballeroso, gentil y agradecido.

Agradecido a todos en Cuba y fuera de Cuba que por todos estos largos años han luchado no sólo por la libertad de los Cinco sino en contra de la política de terrorismo de Estado que desde hace un poco más de 55 años los gobiernos de Estados Unidos mantienen en contra del pueblo cubano para obligarlo a rendir su independencia y sus libertades. Política que ha obligado al gobierno cubano a mantener desde hace un igual número de años a agentes infiltrados en las organizaciones responsabilizadas por los gobiernos de Estados Unidos de ejecutar esa política, perversa y criminal, según dejan saber los documentos desclasificados de las agencias de inteligencia estadounidenses.

Fernando en una parte de su alegato ante el tribunal que arbitrariamente lo juzgó, en diciembre de 2001 mantuvo:

“El Presidente Bush, en su discurso ante la Sesión Conjunta del Congreso de la nación, el día 20 de septiembre del 2001, dijo: ¨Esta noche somos un país que despertó al peligro y fue llamado a defender su libertad.¨ […]

Su Señoría:

Mi país y mi pueblo fueron obligados hace más de cuarenta años a despertar al peligro y llamados a defender su libertad. Yo me siento orgulloso de haber sido uno de los que previno a mi pueblo de esos peligros.

Esa misma noche, el Presidente Bush expresó más adelante en su discurso: ¨…Nos uniremos para fortalecer a nuestras Agencias de Inteligencia para así conocer los planes de los terroristas antes que estos actúen, y encontrarlos antes de que ataquen¨.

Cuba, que ha sufrido ataques terroristas durante 42 años, tiene derecho también derecho a defenderse de esa manera.”

Fernando y René ya están en casa. Ahora nos corresponde a ellos y al resto de nosotros a continuar la lucha para lograr la libertad de Gerardo, Ramón y Antonio, lo antes posible; así como a continuar la otra parte de esta misma lucha: la lucha en contra de la pérfida política de terrorismo Estado por parte de Estados Unidos en contra del pueblo cubano que tantos daños y desgracias le ha causado.

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