When Miami Herald reporter Oscar Corral broke the story about the Miami journalists who received U.S. government pay on Sept. 8, 2006, Wilfredo Cancio Isla was among those 10 reporters he exposed. The National Committee to Free the Cuban Five began a broader investigation to uncover the role of the government reporters in convicting the Five.
Among Cancio Isla’s coverage of the Five’s trial is a scandalous article in El Nuevo Herald on June 4, 2001, the day the jury began its deliberations on the question of guilt or innocence. With the headline, “Cuba used hallucinogens to train its spies,” the article is a complete fabrication. It makes an unsubstantiated claim from an anonymous Cuban spy deserter that Cuba gives its agents LSD and other hallucinogens before sending them on missions abroad.
The intention of Cancio was to give the “coup de grace” against the Five, just at the moment when the jury was to begin its deliberations. Cancio links the Five, saying “At the beginning of this year, motivated by the trial taking place in Miami against five presumed Cuban spies, he [the deserter] decided to break his silence. … ‘I can assure you that the Wasp Network (broken up in September 1998) is just a part of the espionage work that was conceived to infiltrate the United States on a long-term basis”.
In another El Nuevo Herald article of April 19, 2001 headlined, “The prosecution fears Cuban control in spy trial: ‘Cuba is preparing a fabricated version of the facts,’” Cancio Isla flagrantly violated the Court’s order which prohibited the media from informing the public about private discussions among the prosecution, the defense and the judge. The aim of the Court order? To prevent the jury from being unduly influenced.
The day before Apr. 19, the jury was removed from the court, in order not to hear a private dispute between the prosecution and defense. Caroline Heck-Miller, one of the prosecutors, opposed the defense attorneys’ request for permission from the Court to travel to Cuba to obtain more witness testimony, claiming, “Cuba is constructing a fabricated version of the facts.”
Only six days before, April 13, judge Joan Lenard had warned the media not to make public the conversations between the Government and defense, saying, “the Court and the parties have an interest in protecting the jury from matters not presented to it in the open courtroom and that is the reason for the gag order that was entered by the Court with respect to discussion of attorneys and the like; …”
This deliberate violation of the Court’s order by Cancio Isla is only one example of the attempt by the U.S.-paid reporters to influence the jury against the Cuban Five.
These two articles — written by a reporter who secretly received thousands of dollars in U.S. government pay during the trial — warrant the immediate overturning of the Five’s unjust convictions.
(Note: Although Cancio Isla was fired by the Miami Herald for his flagrant violation of journalist ethics by his government employment, he was soon
re-hired after the Cuban-American rightwing organized a boycott of the newspaper. |
Cuando el reportero Oscar Corral del Miami Herald escribió sobre los periodistas de Miami que recibieron pagos del gobierno de EEUU el 8 de sept. 2006, Wilfredo Cancio Isla estaba dentro de los diez periodistas expuestos. El Comité Nacional para la Libertad de los Cinco comenzó investigaciones para detallar el papel de los reporteros del gobierno en condenar a los Cinco.
En la cobertura de Cancio Isla sobre el juicio de los Cinco, se encuentra un escandaloso artículo en El Nuevo Herald del 4 de junio de 2001, el día que el jurado comenzó las deliberaciones sobre la culpabilidad o la inocencia. Bajo el título "Cuba usó alucinógenos al adiestrar a sus espías", el artículo es una invención pura y simple que afirma sin fundamento que un anónimo espía cubano, "desertor", habría dicho que el gobierno cubano les había dado a agentes cubanos enviados al extranjero, LSD y otros alucinógenos.
La intención de Cancio era la de dar un "golpe de gracia" contra los Cinco y estimular la histeria anticubana, justo en el momento en que el jurado iba a comenzar las deliberaciones. Cancio vincula a los Cinco en el artículo: "... motivado por el juicio que tiene lugar en Miami contra cinco presuntos espías cubanos, él [desertor] decidió romper su silencio. ... 'Les puedo asegurar que la Red Avispa (desbaratada en septiembre de 1998) es sólo una parte del trabajo de espionaje a largo plazo diseñado para infiltrarse en los Estados Unidos'".
En otro artículo en El Nuevo Herald, el 19 de abril de 2001, titulado "La fiscalía teme que Cuba controle el juicio a espías; ‘Cuba prepara una versión arreglada de los hechos’", Cancio también violó de una manera flagrante, la orden de la Corte que prohibía a los medios de comunicación, informar al público sobre discusiones privadas entre la fiscalía, la defensa y la jueza. ¿El propósito de tal orden? Evitar que el jurado escuchara cosas que podrían influenciar negativamente al juicio.
El día anterior, el jurado fue sacado de la corte, para no escuchar una disputa privada entre la fiscalía y la defensa. La fiscal Caroline Heck-Miller dijo que los abogados de defensa — que pedían permiso para ir a Cuba a obtener declaraciones de más testigos — darían lugar a "una manipulación del gobierno cubano para fabricar el final del juego en este caso".
Sólo seis días antes, el 13 de abril, la jueza Joan Lenard había advertido a los medios de comunicación que no hicieran público las conversaciones entre la fiscalía y la defensa, diciendo “tanto la Corte como las partes querellantes tienen interés en proteger al jurado de asuntos y temas no presentados en el tribunal abierto y esa es la razón de la orden de incomunicación y silencio presentada por la Corte con respecto a la discusión sobre el juicio de abogados y otras personas; …”
Esta violación de la orden por parte de Cancio Isla es tan sólo un ejemplo de los intentos de los periodistas del gobierno para influenciar al jurado en contra de los Cinco.
Estos dos artículos son suficientes – escritos por un reportero que secretamente recibió miles de dólares del gobierno de EE.UU. durante el juicio – para dar lugar a la cancelación inmediata de la injusta condena a los Cinco.
(Nota: Aunque Cancio Isla fue despedido del Miami Herald por su flagrante violación de la ética periodística después de que fue expuesto, la presión de la ultra-derecha y el boicot al Miami Herald llevó a la restitución de Cancio Isla, junto con Pablo Alfonso.) |